viernes, 17 de septiembre de 2010

RELACIONÁNDOME COMO CRISTO


1. Todo se trata de relaciones. Absolutamente todo. Cada día... todo el día... nos estamos realizando con alguien o con algo.
Por lo que, todo el tiempo estamos en “conexión” o interactuando con otras personas o cosas.
-Isaías 29:13- Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado.

Hacían lo que su religión les enseñaba que debían hacer, pero no tenían ningún tipo de relación con el Señor.

-Lucas 10:25-37 (Discutían sobre doctrina y sobre qué estaba bien o no).
Jesús concluye: “Ve, y HAZ tú lo mismo”.
Si no aplicamos lo que el Señor dice, nuestra religión es sólo “Is. 29:13”
¿La Biblia es la forma en que tú vives?

2. Pablo decía en 1 Corintios 11:1 escribió: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Nuestro ejemplo a seguir es Cristo.

¿Cual era el ejemplo de Pablo? ¿En qué se basaba para saber como debía actuar en cada situación? En el ejemplo de Cristo.
1 Pedro 2:21 nos dice que Jesús nos dejó “EJEMPLO, para que sigamos sus pisadas”. Jesús no solo murió por nuestros pecados y resucitó para darnos una nueva vida. Sino que también nos dejó “EJEMPLO” para que imitemos. Por esto nos llamamos “cristianos”.
Cristo es nuestro EJEMPLO y a él imitamos. 1 Juan 4:17 determina: “Pues como él es, así somos nosotros en este mundo”. (Comentario: “esta es la evidencia de que la naturaleza divina está implantada dentro nuestro”).
La gracia bíblica sí o sí produce obras. ¿Has sido salvado? ¿Vives en la gracia de Dios? Entonces tendrás obras.
Santiago 2:18,19 “Como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. (Leer 1:22). Casa
-Romanos 8:29.

3. Cuando hablamos de ser como Cristo, nos referimos a esa obra de insuperable gracia del Espíritu Santo de formar a Cristo en nosotros.

Gálatas 4:19 “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que CRISTO SEA FORMADO EN VOSOTROS”.
Esto mismo lo expresa Pablo en su carta a los Efesios.
-Efesios 4:11-16. (casa)
-Lucas 6:40. El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.

Esta palabra “perfeccionar” en el griego original refleja perfectamente la obra de un alfarero. Según el Diccionario Strong es sinónimo de “reparar, ajustar, perfeccionar, preparar, remendar, restaurar, unir”.
Por lo que en estas palabras de Jesús vemos la obra del Divino Alfarero en nuestras vidas. Tomándonos en sus manos y moldeándonos pacientemente según la imagen de Cristo, nuestro Maestro.
-Jeremías 18:1-6. (Ejemplo para casa).
Nosotros, muchas veces en el proceso de crecimiento, debemos ser quebrantados una y otra vez hasta que el Divino alfarero puede formarnos a Su voluntad.
-Hebreos 12:5-11 (Leer) ¿Estás siendo moldeado a Su imagen?

4. Decimos que queremos ser como Jesús. Hasta tal vez oramos por eso.
Pero en dificultades, conflictos con personas y demás, y empiezan las lecciones prácticas, le pedimos al Señor que nos libre de los problemas. Es como si oráramos: “Señor, quiero ser como tú, pero sin problemas”.
La palabra “disciplina”, es “educación, entrenamiento, corrección”. Estas situaciones se tratan de ni más ni menos que el discipulado del Señor. El nos está educando, entrenando, corrigiendo.
Hebreos 12:5-7 (Leer) Salmo 119:67,71 (Casa). Hasta que no somos quebrantados, humillados, corregidos; hablamos lo que no entendemos. Ejemplos de esto para casa: Job 42:3,5; David 2 Samuel 16.

¿Y tú? ¿Quieres ser como Cristo? ¿Quieres más de él en ti? “Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor”. ¿Eres seguidor de aquél que Isaías definió como “despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto” (Isaías 53:3)?
TAREA: Aprende esta semana a reconocer en tu vida las “clases prácticas” de nuestro Maestro Divino: Jesús. Cuando te sucedan cosas que te cuesten afrontar o personas difíciles para ti, reconócelo como una “clase práctica” en la escuela de Cristo. Memoriza Hebreos 12:5 y aplícalo en cada situación.

5. ¿Hay algo que yo deba hacer?
Todo se lo debemos a la obra de gracia de Dios. No algunas cosas. Sino TODO. Pero: -Filipenses 2:12,13- “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” .
Dios te ha salvado, te ha dado Su Espíritu, ha puesto el querer como el hacer, entonces ve y hazlo. No hay más cuestionamientos que ese.
-1 Timoteo 4:7,8- Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 
-2 Pedro 1:3 nos dice que “todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder”.
Antes éramos esclavos del pecado, y solo podíamos pecar. Pero ahora, libertados del pecado, debemos “presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo” (Romanos 12:1), y “ejercitarnos para la piedad”, porque “todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder”.
Ahora sí podemos, porque el no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” ( 2 Timoteo 1:7).

Por esto el escritor de Hebreos nos pregunta: “¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).

6. 1 Timoteo 4:7,8
Término del ámbito deportivo.‘disciplínate’ o ‘entrénate’. De la misma manera que un atleta se entrena y esfuerza día a día para alcanzar su objetivo, así la Palabra de Dios nos ordena ejercitarnos en la piedad. Esto sin duda destruye toda idea de un cristianismo pasivo, sino más bien habla de un trabajo diario.
-1 Corintios 9:24-27 (Leer)
Somos nosotros los que debemos ejercitarnos para la piedad. Dios nos dio el querer como el hacer, pero nosotros no permanecemos pasivos en el proceso.
¿Quieres ser como Cristo? ¿Quieres más de él en ti? ¿Todo tu corazón clama porque tu vida se asemeje a la de él? Aprende a los pies del Maestro. Nunca podrá alguien que no conoce a Cristo, ser como Cristo. Tú debes postrarte a los pies del Maestro como María. Lucas 10:38-42 (Casa)
No se trata de lo que haces, sino de por qué haces lo que haces. ¿Qué es lo que te motiva? “Sólo una cosa es necesaria”, y 1 Corintios 13 (casa).
Puedo hacer de todo, pero si lo que hago no es un fruto de mi aprendizaje a los pies del Maestro, si no he entrado en el curso con Jesús para que él me forme a su imagen, a SER como él, “DE NADA ME SIRVE”.
Sentarnos a los pies de Jesús como María no es solo orar y leer la Palabra. Esto es solo una parte. En todo lo que hacemos nuestra actitud puede ser la de María.
TAREA: Conforme a lo que has aprendido hoy, escribe en un papel lo que significa “estar a los pies del Maestro”. Y finalmente escribe si consideras que vives a sus pies.

7. En 2 Pedro 2:14, Pedro está hablando de ciertos falsos maestros que entraban a las Iglesias y los describe así: “Tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición”.
“Habituado” es la misma palabra que en 1 Timoteo 4:7: “Ejercítate para la piedad”.  Solo que aquí se traduce como “habituado”.
¿Qué es un hábito? Un hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente que manifestamos sin necesidad de pensarlo. Lo hemos aprendido y se ha hecho nuestra forma de reaccionar a determinado estímulo.
La conducta de una persona está llena de hábitos.
Definimos claramente “hábitos”, “conducta” y “carácter”:
-Hábitos: lo que hacemos repetidamente y se transforma en una conducta
-Conducta: lo que hacemos -Carácter: lo que somos
¿Qué quiere decir esto? Que hago conforme a lo que soy. Si soy tranquilo responderé tranquilo. Ahí mi conducta fue conforme a mi carácter. Mi carácter es tranquilo, mi conducta es tranquila.
Hago lo que soy, y soy lo que hago.
Por lo que si una persona se dice a sí mismo cristiana, pero su conducta, o dicho de otro modo, lo que hace, es anticristiano, su carácter es anticristiano porque su conducta es anticristiana.
Puritano del siglo 17, John Owen, en su libro “La mortificación del pecado”: “Un aspecto principal de la naturaleza engañosa del pecado, es la forma en que comienza con pequeñas demandas. Los primeros ataques y sugerencias del pecado son siempre muy modestos. Si el pecado tiene éxito en su primer avance, entonces exigirá cada vez más... Si el pecado tiene éxito en sus primeros avances, entonces repetirá su ataque inicial hasta que el corazón se torne menos sensible al pecado, y esté preparado para hundirse más en él. El corazón está siendo endurecido sin percatarse de ello con el fin de que el pecado aumente sus demandas sin que la conciencia sea muy turbada. De este modo, él pecado progresará gradualmente incrementando sus demandas pecaminosas.”
¿Cual es la solución para esta persona? Si no es verdaderamente cristiana, debe nacer de nuevo y así cambiar quien es: su carácter.

8. La Biblia exhorta claramente a que debemos asumir la responsabilidad de cambiar. Romanos 12:2 nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos”.
Antes nuestra conducta era la misma que la de cualquier persona de este mundo, éramos del mundo. Seguíamos, como dice Efesios 2:2, “la corriente de este mundo”. Nuestro ejemplo a seguir era el carácter de este mundo.
Pero al rendirnos al Señor, la Biblia nos dice: “transformaos”. “Así que, hermanos”. “Personas nacidas de nuevo: transformaos” ¿Cómo?
-Romanos 12:1,2 (Leer)
Dos cosas: 1- Presentar nuestros cuerpos en sacrificio 2- Renovar nuestro entendimiento.
Por esto Pablo les decía a los Corintios: “golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre” (1 Corintios 9:27).
Este cuerpo, nuestra carne, es el que debo presentar en sacrificio.
-Romanos 6.12,13. (Casa) Efesios 4:22. Colosenses 3:5 dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros”.
¿De qué me habla todo esto? De muerte, de sacrificar mi carne. Mi carne debe morir. ¿Quien es el responsable de hacerla morir? YO.
Un ejemplo: Si tú estás habituado a mirar lo que no debes por la calle ¿quien es el que no debe mirar más?
Tal vez tú digas: “Pero es que lo intento y no puedo. Ya lo intenté mil veces y siempre vuelvo a lo mismo”.
Repito: Primer paso es haber nacido de nuevo. Si no lo has hecho este “mortificar el pecado” será imposible.


9. Cuando empiezas a pensar en dejar ciertos hábitos pecaminosos, cierta conducta que sabes que proviene del viejo hombre, lo más seguro es que al principio sientas que tu carne se despedaza.
Por lo que alguien puede decir: “Pero yo he nacido de nuevo. ¿Como puedo ser adicto a un pecado o tener un hábito pecaminoso?”
La respuesta está en que la carne del inconverso es la misma que la tuya. La diferencia entre tú y él, es que él nunca podrá salir de su pecado, y tú gracias al Señor, sí puedes.
Lo que comienza al nacer de nuevo, como ya lo dijimos, es una lucha en la que tenemos asegurada la victoria, si peleamos y si lo hacemos en las fuerzas del Señor.
Tenemos hábitos en nosotros, pero esto debe ser derribado con violencia.
Efesios 5:15 Casa, Mateo 26:41 Casa
Jesús no les dijo: “Tranquilos, mi Padre hará la obra en ustedes”. Sino “velad y orad para que no entréis en tentación”.
Si tú verdaderamente has nacido de nuevo el Espíritu Santo está en ti (y sus frutos) todo está dentro tuyo. Gálatas 5:22,23; 1 Corintios 3:16,17, (casa)
Si no se manifiestan es porque tu vives en la carne, te ocupas de las cosas de la carne, por lo cual todo lo que se ve en ti es la carne. Comienza a mortificar tu carne, empieza a hacer morir lo terrenal en ti. Cuando quieras obedecer a tu hábito pecaminoso, clama al Señor y no lo hagas, permanece alerta, velando y ocúpate en desarrollar el carácter de Cristo en ti.
La pregunta es: ¿Estás dispuesto a reconocer que eso es desagradable delante del Señor? ¿Estás dispuesto a luchar? Efesios 6 (casa).

10. ¿De verdad le amas?

-Efesios 4:17-21 (leer)
¿Cómo pudieron oírle y haber sido enseñados por él si nunca lo conocieron personalmente? ¿Como podían haberle oído? ¿Cómo podían “haber sido por él enseñados”?
Habían entrado en el discipulado con Jesús. Por lo que Pablo esperaba una autentica diferencia entre ellos y los incrédulos.
“Si de verdad están a los pies del Maestro y están siendo enseñados por él, es imposible que su vida no sea muy diferente a la de los inconversos. Si no es así, es simple: ustedes no están siendo enseñados por Cristo”.
El verdadero discípulo de Jesús es transformado por las enseñanzas de Jesús. Y si no estás siendo transformado debes empezar a postrarte a sus pies para aprender. 1 Juan 3:24 dice: “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él...”.
Cuantos creyentes dicen amar a Dios pero su carácter y conducta no tienen nada que ver con Cristo. (creen en una sensación romántica o emoción). Pero 1 Juan 5:3 nos explica qué es verdaderamente el amor a Dios: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos...”.
El que ama a Dios guarda sus mandamientos.
Jesús, el Maestro Perfecto, en Su Divina Sabiduría, lo sintetiza todo, absolutamente todo, en un mandamiento. -Juan 15:10-12. Leer.
Jesús dejó muy claro que todo cuanto hacemos a uno de sus hermanos más pequeños, a él se lo hacemos. Mateo 25:31-46 casa
El amar a Dios es algo real, tangible, que se manifiesta cuando amas a un hermano. Todo lo que hagas o dejes de hacer a los demás se lo estás haciendo o dejando de hacer a Jesús. Juan 13:34,35 casa.
Pero la Biblia no solo habla del amor a los hermanos: Lucas 6:27-36 (enemigos) casa.
¿Alguna vez pensaste: “Si estuviera Jesús aquí haría esto y lo otro.... y lo serviría.... y...”?. Jesús nos enseña: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe;
probaos a vosotros mismos.
¿O no os conocéis a vosotros mismos,
que Jesucristo está en vosotros,
a menos que estéis reprobados?

2ª Corintios 13:5


*Esto es un resumen de la serie "Relacionándome como Cristo". Para descargar la serie completa, accede AQUÍ  (Disponible en mp3 y pdf).

sábado, 11 de septiembre de 2010

¿NOS SUMAMOS AL MERCADO DE OFERTAS? - 1ª Parte de "Relacionándome con el perdido"




Esta parte de “Relacionándome” trata de nuestra relación con aquel que rodea cada día a cada cristiano: la persona que no es cristiana.
El 100% de los hijos de Dios tenemos una relación con ellos. Unos más cercana que otros, pero todos convivimos con gente que camina por este mundo sin “esperanza y sin Dios” como dice Efesios 2:12 (leer).
Niños, jóvenes, adultos y ancianos; conviven a nuestro lado.


-¿Qué tipo de relación debemos, como cristianos, tener con ellos
 -¿Rechazo? ¿Miedo? ¿Amistad? ¿Comunión? ¿Debemos verlos como enemigos?
-¿O como si se tratara de posibles clientes para nuestro producto?
-¿Los amamos o lo único que queremos es usarlos para que nuestras Iglesias y grupos de evangelización crezcan?
-¿Cómo debo relacionarme con el perdido?
-¿Hay una manera bíblica de hacerlo?
-¿O por el contrario Dios no quiere que tenga ningún tipo de relación con ellos porque pueden contaminarme?
-¿Es la evangelización un ministerio solo para algunos o se trata de un llamado para todo cristiano?
-¿Debemos encontrar el método más efectivo para hacer entrar a los perdidos a la Iglesia? -¿En la evangelización, el fin justifica los medios?
-Cuando el perdido es un familiar muy cercano, ¿qué debo hacer?
-¿Evangelizar es sinónimo sí o sí de predicar por la calle o puerta por puerta?
-¿Una persona pasa a ser cristiano cuando ha hecho una “oración de entrega”?
-¿Con tal de que la persona vaya a la Iglesia conmigo le digo todo lo que quiere oír y después en la Iglesia irá aprendiendo?


Yo estoy convencido de que aun hoy muchas personas siguen acercándose al Señor, en muchos casos, no por el buen trabajo de la Iglesia, sino a pesar de él. Cada vez que veo a alguien que se convierte a Cristo veo la gloria de Dios, porque creo que después de todo el desastre que hemos hecho en el mundo con el perdido, como Iglesia en general, solo un milagro de Dios puede salvarlos.


El mundo ha visto tanta corrupción y falsedad de parte de gente que dice ser cristiana, que teme. Cada día se encuentra con las noticias de hombres supuestamente santos que abusaron de algún menor o se fugaron con el dinero de su congregación. Alguien los para en la calle ofreciéndoles todo tipo de milagros y soluciones mágicas, o les sonríe con sonrisa de vendedor ambulante para invitarlos a su “Salón del Reino”. Encienden la televisión y un pastor asegura que si envían su dinero Dios se convertirá en una incansable lámpara de Aladino, mientras al cambiar de canal, un vendedor dice que si llama ya podrá llevarse un mágico aparato que lo hará adelgazar en cuestión de días por solo 30 euros.
Dios está en las calles... Pero ahora se ofrece por céntimos y promete ser mejor que Papa Noel. Un dios que te dará todo lo que desees con tal de que no faltes el domingo a la Iglesia y des fielmente tus diezmos y ofrendas.
Un dios al gusto del cliente, bueno y fiel como el mejor perro que jamás existió, deseoso de darte fama y riquezas, listo para que ni bien te declares cristiano él cumpla cada uno de tus sueños y mucho, mucho, mucho más...
Un dios cuidadosamente diseñado para el perdido. Y tan moldeable que puede cambiar según las características del solicitante.
Un dios que ha visto que o se modernizaba o perdía clientes en comparación a la competencia. (Intentemos llevar estos supuestos a nuestra vida: “¿actúo yo así?”).
Un dios que no tiene ningún tipo de similitud con el Dios de la Biblia, aunque aun usa el mismo nombre y dice enseñar el mismo libro. Un dios falso.


Ese es el dios con el que millones de personas se encuentran cotidianamente al ser supuestamente evangelizadas. Pero, a pesar de eso, aun el Señor sigue salvando a Su pueblo. Eso es puro mérito de Dios.
Y nosotros, los que miramos horrorizados como cada grupo tira de uno y otro lado para llevarse al cliente con mejores rebajas, ¿qué hacemos con el perdido?. ¿No le decimos nada porque ya bastante tiene con toda esa supuesta evangelización? ¿Nos sumamos al mercado de verdades y ofertas y les predicamos? ¿Qué hacemos?


La evangelización, sin lugar a dudas, es un mandato de Jesús. El, antes de ascender al cielo, ordenó: (Marcos 16:15). Y luego vemos que no solo los apóstoles comenzaron a obedecer esta comisión, sino que Hechos 8:4 relata como los cristianos perseguidos en Jerusalén “iban por todas partes anunciando el evangelio”.


El Señor claramente describiendo a la Iglesia dijo: (Mateo 5:13-16).
Por lo que vemos que el llamado de la Iglesia es a que nuestra “luz alumbre a los hombres” y no a encerrarnos en cuevas y monasterios. El llamado es a entregar nuestras vidas como Jesús lo hizo, a predicar el evangelio en todo el mundo y ser sal y luz.
Con respecto a esto es muy interesante lo que escribió Orígenes, en el año 225 d.C. sobre los cristianos de aquella época: “Los cristianos no descuidan posibilidad alguna de sembrar el evangelio en todas partes de la tierra. Algunos se han afanado por recorrer no sólo las ciudades, sino también los pueblos y aldeas para convertir a los demás al culto de Dios. Nadie dirá que hicieron esto con afán de enriquecerse, ya que muchas veces ni siquiera aceptan lo necesario para su alimento; y si alguna vez se ven forzados a ello por su necesidad, se contentan con lo necesario, por más que muchos quieran compartir con ellos y entregarles más de lo necesario” (Orígenes).


En “Relacionándome con el perdido” buscaremos aprender todo lo referente a nuestra relación con el no cristiano. En Filipenses 2:15 el Señor nos manda a ser “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”. Oramos para que el Señor nos enseñe más claramente con esta parte de “Relacionándome” a ser “luminares en el mundo”, exactamente como él quiere que seamos.







Reflexión: Efesios 2:12 (leer) Alejados y ajenos de Dios, sin ESPERANZA. Así están todas y cada una de las personas que nos rodean, que no viven postradas a los pies de Cristo. No le conocen, y van subidos en un tren sin freno camino al infierno, así como nosotros aborrecíamos a Dios y nos esperaba el mismo destino, ellos están sumidos en tinieblas y nosotros lo sabemos.
Por otra parte, aman el mundo y aborrecen la santidad, por lo que fácilmente pueden ser de tropiezo para nosotros, a pesar de que debemos estar con ellos, la biblia nos advierte:


2 Corintios 6: 14,15. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿cómo actuaremos? Como hemos dicho, “Oremos para que el Señor nos enseñe más claramente con esta parte de “Relacionándome” a ser “luminares en el mundo”, exactamente como él quiere que seamos”.


-Charles Spurgeon: "Si los pecadores serán condenados, al menos que salten al infierno sobre nuestros cuerpos. Y si ellos perecerán, que perezcan con nuestros brazos sobre sus rodillas, implorándoles que se queden. Si el infierno debe ser llenado, al menos que sea llenado a pesar de nuestros esfuerzos, y que nadie vaya allí sin haber sido alertado y orado por esa persona".


Comentario: Es una cita que nos vuelve a hablar a todos nosotros que somos hijos de Dios: el infierno es real, y mucha gente está dirigiéndose allá todos los días. En verdad oramos por las personas inconversas, en verdad les advertimos de su tremenda calamidad al ser condenados, y nos gustaría que todos ellos sean salvos. Por eso debemos continuar y no desmayar en la obra que Dios nos ha encomendado ya que en Su tiempo veremos los resultados de tanto esfuerzo. Muchas personas las cuales no podemos contar estarán un día delante de Dios y no habrá condenación para ellas porque siervos fieles les anunciaron del maravilloso evangelio de Jesucristo para la salvación de sus almas.




George Whitefield
"Así como Dios no puede enviar a una nación o pueblo una bendición más grande que la de darle pastores fieles, sinceros y rectos, la maldición más grande que Dios puede enviar a un pueblo de este mundo, es darles guías ciegos, no regenerados, carnales, tibios y no calificados".

miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿De qué te alimentas?


Galatas 6:7-9
No os engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción;
mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 
Las exhortaciones a la perseverancia son comunes en los escritos de Pablo.
-Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. -1 de Corintios 15:50 
 -Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. -1ª Corintios 16:13
 -Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio. -Filipenses 1:17
 -Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. -Filipenses 2:15
-Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. -Filipenses 4:1 
-Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.

-Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. 1 Tesalonicenses 3:13
JESUS 
Lucas 18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.
Nosotros los cristianos hemos recibido el Espiritu, pero debemos perseverar en una vida santa y no cesar de trabajar. 
Pablo sabía de esta necesidad en su propia vida :

Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura;
de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo,
y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros,
yo mismo venga a ser eliminado.
1 Corintios 9:26, 27